La musa y el Espiritu

Este cuento esta inspirado en algo que me paso, y que de cierta manera no ha dejado de pasar.

Espero que el lector logre captar lo que quiero expresar en este cuento, que es un tema que pasa bastante en la actualidad, ¿pero como lo vive cada uno?...He ahi la diferencia!

Espero que les guste y lo disfruten tanto como yo disfrute el escribirlo.




La musa y el espíritu

La campana sonó, la profesora puso las instrucciones finales en el pizarrón y los alumnos salieron del aula, un día más de clases que acababa, mas cuando la Profesora se había ido y la mayoría de los alumnos también, solo quedo una figura solitaria en una mesa…era Chuvaz, que era por lo general el ultimo que se quedaba en el aula. Su mirada estaba fijada en el pizarrón, y en su mesa no se encontraban los apuntes de literatura que debería de tener, no, en su lugar se encontraba un escrito. Un escrito que parecía relatar una historia, una historia de un amor imposible, el texto decía más o menos así:
“No supe cuanto iba a cambiar mi vida cuando entre a la Prepa, la nueva etapa que comenzaba prometía muchas cosas, pero jamás imagine algo como la que me paso.
La primera vez que mis ojos encontraron los suyos, nunca pensé que se transformaría en algo más que una mirada. Al principio, solo fue una mirada, convirtiéndose día a día en algo mas, algo mejor y maravilloso.
Aunque yo desde el principio sabía que nunca podía pasar, no podía dejar de disfrutar con tanta intensidad cada momento que pasaba a su lado.
Pasaron días, semanas y meses, y ese sentimiento que pensé que con el tiempo desaparecería no hizo más que aumentar. Llego un momento en el que no lo pude controlar más y pensé que solo con abrazos y tiernas miradas lo podía desahogar, deseando que alguna vez pudiera pasar lo imposible.
Cada día que pasaba era un pequeño cielo para mí, mas también era un infierno. Cuando te veía experimentaba las dos sensaciones, que parecían inmensamente diferentes, más que siempre venían de la mano.
Experimentaba mi cielo, al ver tus ojos, contemplar tu cabello y tu belleza sin igual. También lo experimentaba en cada plática que teníamos, todas las risas y cada pensamiento tuyo eran tan hermosos como la más bella flor que en cualquier bosque pudo crecer. Pero también, al verte experimentaba el infierno y la desesperación al verte sonreír, oír tu voz, y saber que jamás estaría contigo de la manera que yo deseaba.
La decisión de revelarte toda la verdad me atormento por varios meses, hasta que por fin tome la decisión de enseñarte lo que mi corazón realmente albergaba…pero momentos antes todos los sueños en los que había estado sumergido por tantos meses desaparecieron y regrese a la realidad.

La tristeza me invadió, una vez más sentí como mi corazón se rompía y se desmoronaban mis sueños. A lo largo de esa tarde, los consuelos de grandes amigos aparecieron, mas yo sabía que sólo yo podía curar aquellas heridas, causadas por mí mismo y mis ilusiones.

Al día siguiente actué normal, intentando disimular mi tristeza y desesperación. Y así pasaron todos los días, días en donde aprendí a tomar ese dolor y ocultarlo en mí, aprendí a no perderme en fantasías, no, solo vivir en la realidad era lo correcto, y aunque la verdad no fuera lo que yo quisiera, lo tendría que aceptar.
Ahora viendo al pizarrón, imaginándome la inmensidad del cielo, no me queda más que decirte que siempre velare por ti, te protegeré y ayudaré en todo lo que sea necesario, porque aún hoy esa llama sigue encendida.

Finalmente cierro esta carta, aclarándote que no me arrepiento de todo lo vivido, ya que cuando se ama, duele, pero aun así, uno nunca se arrepiente.”

Un golpe de realidad sacudió a Chuvaz, la gente del siguiente grupo estaba entrando y el tenía que irse ya.

Afuera en las escaleras, ella lo alcanzo, y le dijo
--¡Hey que hay de nuevo!
El, viéndola fijamente y con tono de sarcasmo divertido dijo:
--Lo mismo de tooodos los días.


Hecho por Revan (Jesus Reyes Ballesteros)